La delegación de la Cámara de Comercio Afrobrasileña interactúa con diferentes departamentos públicos

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La delegación de empresarios brasileños que desde el pasado miércoles 3, se encuentra en alabo para contribuir en la rentabilidad de la economía nacional se ha reunido hoy en la sede del  ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en Malabo II, bajo la presidencia del titular del ramo Simeón Oyono Esono Angué.

La comitiva empresarial de la principal economía latinoamericana dirigida por el presidente de la Cámara de Comercio Afrobrasileña (Afrochamber)  Rui Mucaje ha interactuado con los ministros de Sanidad y Bienestar Social, Comercio y Promoción de Pequeñas y Medianas Empresas, Agricultura, Ganaderia, Bosques y Medio Ambiente Diosdado Nsue Milam, Pastor Micha Ondo Bile y Francisca Eneme Efua; con los viceministros de Obras Publicas, Industria y Energía, Cultura, Turismo y Promoción Empresarial Pascual Ondo Nze, Cesar Augusto Ineztrosa y Prudencio Botey Sobole; además de Milagrosa Obono Angue y Antonio Oliveira Borupu; ambos, secretaria de Estado del Tesoro Público y representante del ministerio de Minas.

Durante el encuentro de Malabo II, se insistió en la necesidad del establecimiento de una sede de Afrochamber en los países  de la subregión CEMAC así como el aprovechamiento de la situación estratégica de Guinea Ecuatorial como centro de distribución de los productos brasileños por el continente africano, a través de los puertos de Malabo y Bata; además del  establecimiento de una hoja de ruta para la puesta en marcha de los propósitos que persiguen los gobiernos de Malabo y Brasilia con esta visita de los responsables de empresarios hiberoamericanos.

En una audiencia  previa concedida por el ministro de Exteriores a esta delegación de empresarios, Oyono Esono Angué ya dejó caer la consideración que su gobierno reserva a Brasil como “socio privilegiado y estratégico” en su  política exterior y la necesidad de seguir fortaleciendo los lazos diplomáticos establecidos desde el 26 de mayo de hace ya 47 años, en un mundo cada vez más globalizado e interdependiente; sobre todo en estos momentos en los que el país ha sido igualmente salpicado por los efectos de las crisis sanitaria y económica mundiales. La luz a perseguir al final del túnel, consiste en que empresas brasileñas, acompañen el plan de desarrollo para la estabilidad económica de Guinea Ecuatorial,  cuya meta está señalizada para el año 2035.

Malabo desea aprovechar la experiencia de Brasilia como gigante en el sector de las pequeñas y medianas empresas, con el fin de que le sirva de modelo y que sus hombres de negocios inviertan en territorio ecuatoguineano. Para ello, principalmente le pone sobre bandeja la Ventanilla Única establecida por su gobierno, como mecanismo para la reducción de procedimientos de creación, modificación y registro de empresas y la ley de inversiones, que, asegura, desvincula la participación del accionariado nativo en las empresas extranjeras residentes.

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