La República de Guinea Ecuatorial, pese a ser un país pacífico que goza de una reconocida estabilidad, está situada en la subregión del África central, donde cotidianamente se conocen conflictos armados, siendo en los últimos decenios un país que recibe frecuentemente una avalancha de inmigrantes procedentes de zonas en constates hostilidades como es el caso del Sahel. Por ello, durante sus primeras conversaciones con la representante del organismo de las Naciones Unidas encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos, el jefe de la diplomacia ecuatoguineana tras prometer a su interlocutora todo el apoyo del Gobierno ecuatoguineano para el éxito de su misión, abogó porque Malabo y este organismo con sede en Ginebra (Suiza) trabajen conjuntamente a través de una diplomacia preventiva, con el afán de anticiparse tanto a las hostilidades, como las consecuencias derribadas de éstas.
Durante el encuentro que tuvo lugar en la sede malabeña del ministerio de Exteriores, ambas partes se mostraron satisfechos por la firma y ratificación por parte de Malabo de gran parte de los convenios internacionales relativos a cuestiones humanitarias. Con la visión puesta en la celebración del foro de alto nivel sobre cuestiones humanitarias en África, analizaron igualmente en profundidad los problemas relacionados con las personas apátridas, así como la búsqueda de mecanismos por parte de los Estados receptores de refugiados, en cuanto al tratamiento y protección de inmigrantes en situación especial.
De sus propias fuentes, ACNUR vela porque los seres humanos que hayan tenido que huir en contra de su voluntad de un lugar donde la persona tiene razones para temer la persecución, reciban asistencia y protección en un país de acogida. Alrededor de sus 17.324 trabajadores sobre terreno cumplen misiones en 135 países, para procurar que los derechos humanos sean respetados.